Estimados compañeras y compañeros:
Dada la postergación de la Mesa Nacional por la suspensión de vuelos, les hago llegar estos planteos y reflexiones sobre el Acta, al método con que se llevo adelante la última negociación y sus, a mi entender consecuencias. Propongo el más amplio debate sobre las mismas que impulse una corrección de rumbo.
Habiendo recibido la comunicación de Luis Tiscornia y estando de acuerdo con los planteos que realiza, y dado la importancia que le asigno al tema en debate hacia el futuro de la Federación y su lugar conquistado, quiero formular algunas consideraciones y agregar alguna información.
Esta fuera de toda discusión que el Acta firmada no contempla la propuesta del gobierno (3,99% en setiembre); que el PSG previo resolvió con énfasis , frente al retroceso de la propuesta gubernamental, que no se aceptaba un peso menos que el último ofrecimiento, (27 a 29% en las tres cuotas); que el Congreso resolvió reclamar con plazo un acta complementaria; que lo enviado por el ministerio no es un acta firmada entre el mismo y la representación docente (único instrumento que constituye un acta). También es totalmente claro que no se ha hecho (por primera vez) hacia los docentes y los trabajadores en general una comunicación fehaciente sobre el salario logrado, sus límites, el papel de Moyano, Yasky, y las burocracias de las otras Federaciones en todo esto.
Y desde ya adelanto que de modo alguno la existencia tardía de un instructivo o el cobro en setiembre del 3,99%, resuelve lo fundamental que está en cuestión.
Todo ello motivó que presentara una propuesta de resolución que formulé en la última mesa de Conadu H, y que fuera votada en minoría por Tiscornia, Cortese y Correa (y que no me consta haya sido comunicada al igual que la resolución votada en mayoría) y que dice así:
“Dada la Resolución del Congreso Nacional de la CH, reclamando un acta complementaria referida a la 3ª. cuota de aumento salarial (3,99%), por carecer el Acta firmada de toda definición y/o planillas que lo especifiquen, y
Dado que la comunicación enviada por correo electrónico por la secretaria de planificación del Ministerio no constituye de manera alguna un acta, carece de firma y no constituye siquiera un instructivo,
La mesa Nacional resuelve encomendar a quienes designe a reclamar a la SPU en las próximas 72 horas la firma del acta complementaria según lo resuelto por el Congreso de la Federación, y en caso contrario convocar al Congreso, según lo resuelto.
La mesa nacional de CH comunica a la docencia nacional y a toda la población trabajadora que rechaza toda solidaridad o compromiso o acuerdo con ocultar a la comunidad educativa y a la población los aumentos otorgados y toda forma que colabore a dificultar que los trabajadores o jubilados del país obtengan sus justos reclamos salariales.”
Ahora bien, y en primer lugar, no sólo todo esto justifica las “dudas” (muy sano principio ante los representantes de la patronal o de un gobierno capitalista), mucho más cuando estábamos en el medio de una crisis de la negociación determinada por los intentos del gobierno de poner limites a los reclamos salariales (nuestros y de todos los trabajadores). Siquiera se trata de las dudas o la confianza en un funcionario, pieza móvil en cualquier gobierno.
¿De que se trata en lo fundamental?
Primero: si el principio que guiará la conducta de la Federación será el de la confianza en un gobierno que apoya su política en el ajuste salarial y en la flexibilización laboral.
Diez veces nuestra Federación y aún en circunstancias menores no firmo actas en que se nos pretendía imponer lo que no corresponde, o las firmó aclarando sus posiciones y tras una deliberación colectiva. Y nos fortalecimos, crecimos y desnudamos al gobierno y sus alcahuetes por esta conducta en la claridad.
Segundo: si nuestros paritarios o representantes en las negociaciones respetarán los mandatos conferidos, y si ante la existencia de un chantaje o negativa a firmar los acordado se someterá a la deliberación colectiva la modificación o ratificación de lo deliberado. Esto no solo preserva la unidad de los trabajadores y la autonomía de nuestra organización (y la tan remanida democracia sindical). Permite que los compañeros hagan conciencia de las políticas y conductas del gobierno y sus aliados. Y también de sus dirigentes.
Tercero: Si mantendremos a rajatabla el principio de solidaridad y unidad de los trabajadores frente a los políticas de división, confusión y cooptación de los gobiernos patronales. El ocultamiento de los aumentos obtenidos, por más limitados que sean, estaba desde el gobierno a los fines de imponer el tope del 23/24% acordado con Moyano y Yasky. ¡Y esto cuando arrancaba las negociaciones con los estatales, entre los que se encuentra ATE, el principal sindicato de la CTA a la que pertenecemos!
Un acta firmada puede ser vulnerada por la patronal o el gobierno (lo son sistemáticamente). Sin duda lo único que garantiza nuestras conquistas y el alcanzar nuestros reclamos es la conciencia, organización y movilización de los docentes y la independencia con que lo hagan. Pero justamente es la claridad de lo obtenido, de sus límites, de las políticas de los “actores” en juego, y la deliberación colectiva lo que cimienta esa conciencia y esa organización propia de trabajadores. La democracia sindical, la solidaridad intransigente con todos los trabajadores no sólo son principios, los son porque son instrumentos insoslayables para el logro de nuestras conquistas
Convoca a la más profunda deliberación sobre todo lo señalado en nuestras organizaciones de base y en los organismos de la Federación en preservación de los lugares conquistados.
Adjunto para conocimiento y consideración las notas y comunicaciones que enviara oportunamente.
Ante los planteos realizados en cuanto a que el retiro de mi firma del acta en cuestión (ver notas) debía ser realizado ante el Ministerio y no ante la Mesa y los organismos de la Federación, reafirmo lo realizado: no se trata de personalismos, sino de nuestra Federación y su deliberación y sus mandatos colectivos.
Fraternalmente
Néstor Correa
