La Agrupación Naranja Nacional de Docentes e Investigadores
Universitarios se dirige a todos los compañeros y compañeras docentes
pre y universitarios, cualquiera sea la asociación de base a la que
pertenezcan o la federación en la que estén agrupados: es necesaria la
inmediata unidad de acción para quebrar la pretensión de los rectores y
las burocracias sindicales de imponernos un Convenio Colectivo por
empresa, con inestabilidad permanente y el congelamiento salarial hasta
junio de 2014.
Convenio
Los rectores y el CIN han afirmado una y otra vez que es “innegociable e
inmodificable” la posibilidad de suscribir un Convenio único, a nivel
nacional, de aplicación universal e inmediata, para todos los niveles,
escudándose en mecanismos como la “autonomía”, la “reserva de derechos” o
el “acuerdo plenario 748/2010” del CIN.
Estos supuestos argumentos no son más que falacias. Muestran la
voluntad de los rectores que se amparan en la vigente Ley de Educación
Superior (LES) menemista y en estatutos reaccionarios, redactados
incluso bajo dictaduras militares. Es decir, las normas que
mercantilizan y privatizan la educación superior al servicio de los
negociados cuyo mayor ejemplo –pero no el único– es el de la megaminera
de La Alumbrera.
En este cuadro, la declaración suscripta por las seis federaciones
denuncia parcialmente esta situación, ocultando sus causas y negándose a
llamar a cualquier movilización unitaria en todo el país para que
impongamos el Convenio único nacional, como hicimos con el movimiento
huelguístico de 2005 que nos permitió conquistar el blanqueo salarial,
recuperar el escalafón y la antigüedad.
Estabilidad
Es sabido por todos que más de 100 mil trabajadores de la educación
universitaria somos interinos, contratados o monotributistas. Y que por
lo menos otros 20 mil más ni siquiera cobran por trabajar. Como más de
una vez hemos denunciado, la universidad es el “paraíso de la
flexibilización laboral”. Mientras que el propio Gobierno reconoce un
38% de trabajo en negro, en las universidades que dependen del Estado y
son dirigidas por rectores como Tello Roldán, la precariedad laboral
alcanza a casi el 80% de la planta docente.
Exigimos la titularización/regularización de todos los docentes
interinos que tengan más de 24 meses en sus cargos. El pase a planta de
todos los contratados y monotributistas. El salario para todos los
docentes ad honorem.
Asimismo exigimos el inmediato cese de todo despido sea de
monotributistas, contratados, interinos, regulares que concluyen su
período, mientras se negocia un Convenio Colectivo único a nivel
nacional.
Hacemos estas exigencias porque todos los meses, todos los
cuatrimestres y todos los años, se producen por goteo cientos y cientos
de despidos encubiertos sin pago de indemnización por el mero hecho de
la no renovación de los nombramientos. Recordamos a todos que éste fue
el detonante del Riojanazo que barrió con la dictadura de Tello Roldán.
La aplicación de la Ley 26.508, del 82% móvil y el derecho a opción,
debe ser universal y ningún rector puede ampararse en la autonomía
universitaria para pisotear los derechos laborales y previsionales de la
docencia.
En este punto, la declaración suscripta por las seis federaciones es
por lo menos insuficiente. Ya que nos habla de un plazo (sin definir)
para que nos incorporemos a la carrera docente. No denuncia los despidos
en curso. No propone terminar con las formas precarias ni gratuitas del
trabajo en la universidad.
Es más: en la reunión paritaria de este 27 de noviembre, y después
de haber suscripto la declaración común, el Secretario General de la
CONADU, Pedro Sanllorenti, y el Secretario General de la FEDUN, Daniel
Ricci, proponen que el tema de los interinatos se resuelva en las
paritarias particulares, disolviendo la fuerza del movimiento nacional
de la docencia en su lucha por la estabilidad laboral y condenando a los
docentes –incluso con más de 20 años de antigüedad- al cadalzo de los
concursos “abiertos” por los rectores.
Salario
En el medio de la estampida de los precios de los alimentos, las
naftas y una galopante devaluación monetaria, los docentes
universitarios recibiremos en los próximos nueve meses un 7% de
recomposición a percibir en febrero de 2014.
Esto es producto de haber suscripto, por parte de las burocracias
sindicales, el Estado nacional y los rectores, una paritaria de 16
meses, la peor de todo el empleo público.
Como lo hicieron los compañeros docentes de Comodoro Rivadavia,
tras un paro con corte de ruta de más de 70 días; debemos deliberar,
organizar y movilizarnos para la inmediata reapertura de nuestra
negociación salarial y la percepción de un doble aguinaldo a fin de año o
de un bono especial no inferior a los $2000. Contra el que ya se han
pronunciado, explícitamente, el eterno ministro de Trabajo Carlos Tomada
y el titular del Anses, Diego Bossio.
Lamentablemente, la declaración suscripta por las seis federaciones nada dice de esto.
Por lo expuesto, la Agrupación Naranja convoca a movilizarnos el
próximo 9 de diciembre al CIN y a todos los rectorados para exigir
Convenio Unico y de aplicación obligatoria, estabilidad laboral y ningún
despido, reapertura de la negociación salarial.
Asimismo proponemos un Encuentro de asociaciones de base, delegados,
activistas, de todas las universidades nacionales, como primer paso
para organizar las acciones que nos permitan conquistar las
reivindicaciones planteadas.